Para nadie es un secreto que mas del 80% de los ingresos externos de Venezuela provienen de la renta petrolera. Y ha sido así por mucho tiempo. Incontables esfuerzos de papel y tinta, y millardos de dólares han sido invertidos de manera espasmódica y sin planificación para lograr independizarnos del petróleo. Suena extraño, INDEPENDIZARNOS DEL PETROLEO, pero realmente de eso se trata. Somos esclavos de lo que nos pertenece, y lo somos simplemente porque es una riqueza que tuvimos la suerte de heredar de un cuantioso grupo de dinosaurios, que los agarrò el cataclismo meteòrico dentro de las fronteras de lo que algún día seria llamada “pequeña Venecia”. No es el producto de nuestro esfuerzo (al menos, no mas allá de extraerlo y venderlo). Cuando se termine, se terminó. O lo que puede ser peor, cuando ya no sea útil para lo que lo usan el resto de las naciones del mundo, los ingresos que hoy produce, dejaran de existir (que es lo mismo que si se terminara). Pero una acotación importante, una buena parte del otro casi 20 % de ingresos externos, viene de la exportación del hierro y del aluminio, los cuales corren hacia un futuro similar al del petróleo, es decir se van a agotar...
Ningún país puede producir todo lo que necesita para sobrevivir, mucho menos para incrementar día a día la calidad de vida de sus habitantes, bajo condiciones de crecimiento poblacional a tasas superiores al 3 %, como es nuestro caso. Así que necesitamos atraer clientes y socios comerciales para productos que podemos ofrecer a precios competitivos, con ventajas estratégicas importantes.
Para empezar propongo tres grandes áreas, todas han sido propuestas con anterioridad, así que no pretendo inventar el agua tibia.
Las bellezas naturales de nuestro país, sumado a una población llena de alegría y don de gente, hace al TURISMO una opción evidente. Tiene la ventaja de que contamos con cuatro elementos necesarios que nos dan ventajas comparativas.
Primero, tenemos los paisajes naturales de una variedad y calidad insuperable, en un área relativamente pequeña, y con un clima estable.
Segundo, tenemos nuestra gente, que no importa donde, es alegre, servicial y bondadosa. Nuestro pueblo no tiene heridas de guerra, discriminación racial o religiosa, o complejos de colonia. Somos gente sana. La industria del turismo requiere de una gran cantidad de mano de obra, sus efectos se sienten de manera generalizada en la sociedad, prácticamente como ninguna otra industria. El grado de instrucción que requiere tener la mayor parte de la gente que se dedique a eso, no es muy grande. Es ideal para las organizaciones cooperativistas, para los grupos familiares. Es una industria profundamente democrática. Y además, si se institucionaliza, es un esfuerzo que requiere de todos, donde la competencia tiene que ser sana, porque de no serlo, todos sufriríamos por igual. Es clara y concretamente, LABOR DE PATRIA.
En tercer lugar tenemos una excelente infraestructura de comunicaciones, tanto en vías, como en telecomunicaciones. Lo que facilita el traslado de pasajeros y ofrecer una gama importante de servicios de alta tecnología a costos muy pequeños.
Y en cuarto lugar, tenemos los recursos económicos que genera el petróleo, que si se invierten inteligentemente, nos permitirá enfrentar el reto con un costo financiero pequeño.
En nuestra siguiente entrega hablaremos de la segunda área estratégica: La biotecnología.
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