El siglo XXI nos encontró igual que lo hizo el XX y los anteriores veinte mil siglos, sin la mas remota idea de donde estamos parados, y mucho menos de para donde vamos. Increíblemente, nos bajamos de los árboles en África, en ese mismo continente aprendimos a caminar, luego a pensar, migramos, cazamos, recolectamos hasta que al fin la primera revolución: La revolución agrícola.¿ Donde estábamos nosotros cuando aquello pasaba ?, quien sabe. Lo que si es seguro es que esa no era la primera revuelta social, pero con certeza, si fue la primera revolución. Por primera ves pasamos de vivir del azar para vivir de un acto planificado, basado en la observación, el ensayo, el error, y la corrección para volver a empezar y mejorar. Fue en ese momento que se abrieron las puertas de la historia natural de este planeta, para que expresáramos nuestro potencial como seres capaces de realizar lo inimaginable. Y así, siglo tras siglo hemos incrementado nuestros logros, y al mismo tiempo nuestras pesadillas. Hoy mas que nunca el destino del planeta esta en nuestras manos y nuestros cerebros. Nuestro país requiere de imaginación y trabajo para lograr resolver sus problemas. Nadie puede ser excluido, nadie sobra. La inclusión no es una característica del socialismo. Todo lo contrario, el socialismo se basa en la exclusión de todo aquel que no crea en él. El socialismo se basa en la falsa idea de que todos somos iguales. Así que todos deberíamos querer lo mismo, buscar lo mismo, satisfacernos con lo mismo y soñar lo mismo. Saben como se llama eso SOLIDARIDAD REVOLUCIONARIA. La pregunta es quien decide que es eso que todos debemos buscar, pensar, soñar. Pues el líder, y todo lo que no sea igual a lo que él dice es CONTRAREVOLUCIONARIO. Pero en ninguna ley dice que eso es así, AQUÍ EXISTE LIBERTAD DE EXPRESION Y PENSAMIENTO. Es entonces cuando comienza a funcionar
lunes, 9 de julio de 2007
La revolución de la desesperanza
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