sábado, 23 de junio de 2007

La hora de las definiciones, o las definiciones les llegó la hora….


El tema de la universidad es apasionante. Para un país como el nuestro significa una luz al final del túnel, o una curva mas en un túnel que no tiene fin. Seamos positivos y veámosla como la luz. Para ello tenemos que redefinirla. Pero con un sentido estratégico, total, de nación. Cuando observamos al mundo es un hecho que la empresa privada es la responsable de producir la mayor cantidad de riqueza que el ser humano ha visto desde que nos bajamos de las ramas de los árboles hace 130 mil años. Nuestro país tiene la desventaja de que nuestra empresa privada se encuentra muy poco desarrollada y para colmo asediada por la barbarie. Pero seamos optimistas, al final la civilización prevalece sobre la barbarie. Así las cosas, tenemos que estar preparados. Volvamos la desventaja de tener un sector económico privado atrofiado, en una gran ventaja. La universidad puede ser la piedra angular que lo permita. Redefinamos la universidad. Primer elemento, volvamos la universidad el epicentro energético del desarrollo económico. Nuestro papel (hablo como universitario) es producir conocimiento (ciencia y tecnología) . La formación de recursos humanos seria un subproducto del proceso anterior. Segundo elemento, esos recursos humanos no pueden ser formados solo para cumplir una función laboral en una empresa determinada, también tienen que ser lideres económicos, tienen que ser formados para ser empresarios. La universidad también puede ser “vivero” de empresas en formación. El éxito de nuestras máximas casas de estudio no será medido por el número de graduandos, por el promedio de aplazados o por los índices académicos. El éxito será medido por el número y calidad de empresas exitosas que salgan del vivero, por los servicios y las patentes que nuestras empresas usen para su producción, por el grado de desarrollo que alcancemos. Y junto con todo esto se tendrá una verdadera AUTONOMIA. Nuestras universidades necesitan saltar del siglo XIX al siglo XXII. Si, no podemos seguir planificando para el año que viene, para el lustro que viene, tenemos que ser osados, el siglo XXII esta a la vuelta de la esquina. A las definiciones les llego la hora….

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