Uno de los objetivos de la superestructura legal que subyace en nuestra sociedades modernas, es el de brindar seguridad a los miembros de esa sociedad un sentido de seguridad de que existen unas reglas de juego precisas, cuyo incumplimiento esta acompañado de sanciones, que lejos de ser un mecanismo de venganza social, en realidad son una herramienta educativa que ayude a enseñar que se esta en una sociedad civilizada. De esta manera propios y extraños pueden dedicar sus energías para ser útiles y productivos socialmente, y así mejorar el estándar de vida de los miembros del grupo social. En fin se trata de disminuir los niveles de incertidumbre, y poder así canalizar las fuerzas productivas de la sociedad de manera mas eficiente.
Pero el sistema legal no puede cumplir con su funciòn por si solo. Necesita del sistema educativo de la sociedad.
Es entonces cuando podemos avizorar a el sistema educativo como una herramienta fundamental para vivir en sociedad. Creo que una de las metas de toda sociedad es la de generar una superestructura legal y educativa, que se complementen para lograr individuos cada vez mas libres, creativos, y socialmente comprometidos en el progreso del grupo social. Mientras menos leyes necesite una sociedad para poder subsistir y progresar, mas cantidad de educación necesitaran sus miembros. Se disminuirá así cada ves mas los niveles de incertidumbre, y se incrementará de esa manera los niveles de felicidad.
Lamentablemente, en nuestro mundo occidental hemos confundido educación con instrucción, los que en realidad son cosas distintas.
La instrucción asociada con la adquisición de conocimientos y destrezas que nos permitan ser productivos en la sociedad. Ese proceso dura toda una vida, sobre todo en un mundo global, cambiante y competitivo. Nadie puede quedarse atrás, todos tienen que contribuir. Cada día somos mas, y si queremos mantener y mejorar la calidad de vida tenemos que ser cada ves mas productivos.
La educación por otro lado, tiene que ver con aprender a vivir en sociedad. Empieza en el vientre materno y continua también por toda la vida. Sin embargo el periodo mas importante, critico y decisivo comprende los quince primeros años de vida.
El escenario fundamental ocurre en la casa, en familia. Es allí donde los principios éticos, morales, religiosos y políticos deben ser enseñados. Es un proceso complejo, que requiere el concurso de todos en la familia. Abuelos, padres, tíos y hermanos son fundamentales en el proceso.
No se trata solo de reglas y principios. También se trata de conductas, que muestre con el ejemplo las características básicas de la convivencia.
La familia debe ser el sito donde el individuo se sienta seguro, feliz, en paz. Debe ser el oasis perenne. Debe ser el sitio donde la certeza reine, y el cerebro obtenga un descanso. Donde el miedo no exista, y los estímulos positivos sean permanentes. Es el sitio donde la incertidumbre debe ser mínima y el apoyo de todos sus miembros una garantía. Donde nadie es juzgado, y el castigo no existe. Donde convencer sustituye a ordenar. Donde sonreír sustituye a criticar. Donde criticar no es mas una herramienta para mejorar la autoestima, porque la autoestima siempre esta al máximo de su posibilidad porque siempre nos sentimos apreciados.
Así que todo aquello que atente contra la familia, atenta contra las bases mismas de la sociedad. No importa cuanto produzcamos, no importa cuan productivos seamos si lo que tenemos que hacer para mantener cierto nivel de vida material, vulnera las características básicas de la familia, entonces no hemos hecho nada, ni como ciudadanos, ni como seres humanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario