El lunes 16 de Febrero del 2009, después del referendum, les escribía que aunque estábamos mal, ibamos bien. Que la siguiente meta era el día de hoy. Y hoy Venezuela dijo, Venezuela voto, y el Bravo Pueblo nos mostró que comenzó el despertar. Definitivamente no vamos a “ tomar el cielo por asalto”. Esto es un proceso, un proceso largo, pero definitivamente hemos dado un paso en la dirección correcta. Este es un día de jubilo para todos los que creemos en un país democrático, tolerante, eficiente, efectivo, con esperanza, con futuro. Este es un día esperanzador para nuestros hijos, para nuestras familias. Incluso para quienes creen en la propuesta socialista, la diversidad que se le ha infundido a la Asamblea Nacional va a darle la oportunidad a los partidarios del régimen, a discutir, a negociar , a tolerar y aceptar que no tienen el monopolio de la verdad. La elección del los miembros del poder ciudadano ya no estará en manos de una sola tendencia política, y de esa manera comenzara a funcionar el sistema de balanzas y contrafuerzas en los que se basa un verdadero sistema democrático.
Sin embargo, si no queremos repetir los errores que en el pasado nos llevaron a los resultados que se dieron en Diciembre de 1998, que le dio el triunfo al Sr. Chavez y su proyecto de país, tenemos que participar todos. Esa participación no puede limitarse al solo acto de votar. Esa participación se expresa en una vigilancia constante y en una permanente exigencia a nuestros representantes en la Asamblea Nacional que cumplan con la posición y las propuestas que nosotros como ciudadanos aportemos. Ellos son voceros de nuestras ideas, y así tenemos que hacercelo entender. Pero eso se hace con un permanente compromiso por parte de nosotros de vigilar, pensar, aportar y exigir. Nuestros representantes van a una batalla, y en ella no pueden sentirse solos. Nuestra presencia física va a ser necesaria a las puertas de la Asamblea. Lo de hoy es un primer paso, pero así como el primero lo dimos nosotros, el resto también depende de nosotros. Si queremos que el 2012, también sea motivo de jubilo, no podemos comportarnos, como lo hicimos en el siglo XX, en este nuevo siglo, los retos son los mismos, pero nuestra actitud no puede ser la misma, eso si queremos que esta pesadilla termine. La Gran Marcha recién comienza, el destino es el futuro para nosotros y nuestros hijos. La Gran Marcha no tiene permiso para fracasar. Nosotros no nos podemos dar el lujo de desmayar. Para todos Salud, Paz y Prosperidad.
domingo, 26 de septiembre de 2010
26 S... o cuando la Gran Marcha recién comienza
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